Obama Presidente

Atrás quedó un largo camino de primarias demócratas frente a su principal oponente Hillary Clinton. Para mi gusto fueron muy largas, muy desgastantes. A menudo recordaba que Bush (con la guerra de Irak en marcha) ya había ganado sus segundas elecciones y solo podía pensar: «El mundo no puede soportar a un republicano más en La Casa Blanca».

Atrás quedó la proclamación de Obama como candidato demócrata y cómo consiguió unir y motivar con el famoso lema: YES WE CAN movilizando de una forma extraordinaria basándose fuertemente en el potencial de Internet.

Atrás quedó una campaña electoral en la que Obama partió como  alternativa seria de gobierno frente a McCain y su segunda de fórmula Sarah Paulin quienes transmitían una imagen de notorias desavenencias entre ellos, por no hablar del desgaste arrastrado de la anterior administración republicana.

Atrás quedó la jornada electoral aquel primer martes de Noviembre de 2008 que tuvo al mundo entero pendiente por conocer los resultados y en que finalmente se confirmó que Obama era el presidente electo tras una alta participación (fomentada incluso por las redes sociales).

Atrás quedó la era Bush, un presidente nefasto para mi gusto y para el de mucha gente, capaz de hacerse odiar en el mundo entero (como el zapatazo de despedida lo demuestra). Además particularmente en lo que a España atañe, consiguio omnubilar al entonces presidente (nefasto también para mi gusto y el de bastante gente) lo cual hizo poner a España al servicio de los intereses del presidente de Estados Unidos, involucrándonos en una guerra contra la voluntad de la mayoría de la ciudadanía española y que para más inri finalmente ni siquiera reciba una mención en los agradecimientos. En definitiva: fin de la nefasta era o como diría Paniagua: </Bush>

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Y llegó el 20 de Enero de 2009 día que pasará a la historia como el de la toma de posesión del 44º Presidente de los EEUU: Barak Obama.

La ceremonia fue seguida con gran expectación e ilusión desde muchos lugares del planeta: era impresionante y emocionante ver las imágenes de la toma de posesión en la que dos millones de personas presenciaron el acto en Washington con una temperatura inverna de menos 10 grados de sensación térmica.

Como es bien sabido, es el primer presidente negro de los Estados Unidos y creo que es un hecho digno de mencionar. Pero son muchos más los aspectos que se pueden destacar: transmite ilusión, confianza, humildad, sentido de la responsabilidad y parece ser muy consciente de la difícil situación que afronta el país con la crisis y dos guerras abiertas. Creo que su primer discurso tuvo todo lo que tiene que tener.

Son muchas las esperanzas depositadas, así que le seguirán de cerca sus pasos. Desde Periodismo Ciudadano van a controlar el cumplimiendo de sus promesas. En principio es todo un gesto que la primera decisión sea cerrar Guantánmo, seguido por medidas relacionadas con la retirada de Irak, afrontar la crisis, estudios con células madres, eliminar restricciones sobre el aborto…

De momento, empieza a trabajar (con su Black Berry) y con La Casa Blanca estaba estrenando blog (desde el mismo día de su investidura). Se habla del geekstar – presidente. Y hay hasta quien ya está saturado de tanto escuchar hablar de él.

Para mi, los retos a los que se afronta son fuertes pero creo en su compromiso y en su sentido de responsabilidad.

Le deseo suerte en su mandato, por el bien del mundo entero…

Queda inaugurada la sección de Aznaradas

Acabo de leer una noticia sobre las elecciones ganadas por Obama (tema pendiente en este blog). La noticia dice así:

El ex presidente del Gobierno José María Aznar considera la victoria de Barack Obama en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos como «un exotismo histórico» y «un previsible desastre económico», al mismo tiempo que cree que George W. Bush es un «gran estadista» que está viviendo en su despedida «la hora de la ingratitud». Continúa afirmando que como dijo Churchill: «Los grandes pueblos son siempre desagradecidos».

Sin comentarios.

Creo que algunos políticos pueden caer mal, pueden hacer cabrear… Algunos incluso consiguen hacerse odiar y Aznar es un muy buen ejemplo.

Ayer justamente escribí en Facebook en un grupo de «… personas que odian a Pedro Sanz», explicando por qué creo que no le odio sino que me produce un fuerte rechazo. Mis razones son su sectarismo, caciquismo, prepotencia…, pero quizás me dejé la más importante, la que podría hacerme odiarle: que lo tengo lejos y no lo sufro a menudo, así que no le permito el lujo de producirme sentimientos de odio.

En cualquier caso, volviendo al tema de Aznar, con él no tengo ningún tipo de excusas. Me hace sentir odio. En cualquier caso parece que nunca se va a dar cuenta que cada vez que larga estas perlas, «la caga». Con esto queda inaugurada la Sección Aznaradas. Perdón César por tomarte el nombre, pero es que no quiero gastar cerebro en pensar uno mejor, pues ese lo define perfecto.